Los mercados cada día están más competidos. La tecnología, las redes sociales y en generar la democratización de la información y el conocimiento gracias al uso de Internet, ha llevado a que los consumidores estén más informados de los productos, precios y marcas existentes en el mercado. Los consumidores exploran, buscan, comparan y eligen la mejor relación precio-calidad-marca. La calidad de los productos ya no es un rasgo diferencial ni un valor agregado empresarial. Es una obligación.

Las empresas deben buscar nuevos factores diferenciales que le “hablen” a un consumidor cada vez más informado. Y al decir “le hablen” no solo me refiero a transmitir las bondades y ventajas de los productos y servicios que se comercian, como precio, garantía y especificaciones técnicas. “Hablarles” también significa “tocar” sus emociones, sentimientos, deseos, recuerdos y anhelos. La conversación entre empresas-productos-servicios con las personas-consumidores ha cambiado. Las personas deciden tanto con la razón como con la emoción. Es obligatorio “hablarle” no solo el cerebro racional que intenta tomar las mejores decisiones, sino también el cerebro emocional. Y es en el análisis del cerebro emocional donde la neurociencia aplicada a la empresa ha demostrado su gran potencialidad.   

En los últimos años la neurociencia aplicada a la empresa ha tenido grandes avances gracias al desarrollo de la tecnología. El uso de bio-sensores, electroencefalogramas, eye trackers, resonadores, face coding, ha permitido medir y conocer con más certeza las emociones positivas y negativas, así como los gustos no revelados de las personas. Ya es posible medir la dilatación de la pupila, recolectar las ondas cerebrales, calcular la micro sudoración de la piel al ver un comercial, un empaque, un producto, una marca o experimentar cualquier estímulo visual, auditivo o en general sensorial. Ya es posible transformar todas estas métricas fisiológicas y convertirlas en variables como la valencia, el impacto, la memoria, la atención, el engagement, variables que le permiten a las empresas construir mejores estrategias corporativas, empresariales y comerciales.

Prueba del desarrollo de la neurociencia aplicada a la empresa es el gran crecimiento de trabajos de investigación, libros o artículos publicados en los últimos 20 años. Utilizando Google como plataforma de búsqueda, se encuentra que los estudios de neurociencia aplicados a la empresa han crecido en 2690% pasando de 81 trabajos en el año 2000 a 2260 en el año 2019. Este escenario es parecido al analizar los trabajos de neuromarketing que ha crecido 21207% (13 trabajos en el año 2000 vs 2770 en 2019), neuroeconomía con 8500%, neurofinanzas con 600% o neurocultura con 204%.  

El uso de las herramientas de neurociencia aplicada a la empresa es cada día más común. Pero no porque sea una moda. Sino porque durante 20 años ha demostrado que las estrategias y decisiones empresariales que se han construido a partir de resultados de estudios en donde utilizaron las nuevas herramientas de neurociencia aplicada a la empresa han dado mejores resultados que aquellas basadas en ideas, prejuicios, conjeturas o percepciones sin sustento. La neurociencia aplicada a la empresa llego para quedarse. Y aquellas empresas que decidan no mirar hacia este nuevo horizonte estarán destinadas al fracaso.

Sin embargo, las empresas no están solas en la implementación de esta nueva tecnología y herramientas de neurociencia aplicada a la empresa. GENIALE es una empresa con presencia internacional que se ha dedicado a crear soluciones empresariales utilizando tecnología de punta, conocimiento y un equipo internacional con amplia experiencia en investigación aplicada y consultoría. GENIALE ha desarrollado soluciones como NeuroBrand, NeuroProducto, NeuroPublicidad, NeuroDigital, NeuroExperience y NeuroEntretenimiento, soluciones que han probado ser muy efectivas y exitosas en la implementación de estrategias corporativas y comerciales.